“Desde que el hombre existe ha habido música. También los animales hacen música, y los átomos, y las estrellas, todo cuanto vibra hace música. La música que perciben los hombres es una música humana, la música de los átomos, de las estrellas, de los animales, para que el hombre pueda percibirla, debe ser transformada. Lo esencial, es que la música es un médium del espíritu, el médium más sutil, ya que penetra hasta los átomos del hombre, a través de toda la piel, a través del cuerpo entero, no sólo a través de los oídos, y puede hacerlo vibrar. Es el medio más importante para poner al hombre en contacto con su procreador, su creador” K. Stockhausen
A fines del siglo XVIII, surge un movimiento que revoluciona la vida del hombre en todos
sus aspectos: el Romanticismo, ese periodo tan dinámico y revolucionario de la historia
humana que pone énfasis en la emancipación del hombre, en el concepto de individualismo,
donde el hombre se reconoce como individuo espiritual y como indicio de la creciente
conciencia de sí mismo. En el momento en que se plantea la necesidad de que el hombre se
convierta en el responsable de construir su presente, su pasado y su futuro, en este mismo
contexto, es en el que la música empezó a ser un medio importante de expresión individual
donde los elementos humanos fueron muy significativos.
Resulta propicio analizar el concepto del poder de la música desde la perspectiva
surrealista, ya que si bien es considerado como un movimiento artístico aplicado a la
literatura y la pintura, su concepto de automatismo psíquico capaz de liberar
potencialidades inconscientes, remite directamente a pensar en el poder de sacar al exterior
cosas del interior del ser humano por medio de lo musical. El saber sentir la música en
nuestro interior, hace que nos encontremos a nosotros mismos, que nos conozcamos y
reconozcamos a través de expresarnos por medio de la conexión entre nuestro cuerpo y lo
musical, y que a partir de ello, podamos modificar nuestra realidad exterior y objetiva.
A lo largo de estos siglos se fueron desarrollando diversas ciencias y teorías que analizaron
el poder significativo y curativo de la música. En la actualidad, la musicoterapia, no está
ajena a las innovaciones que se dan con los últimos avances tecnológicos que se ven desde
el surgimiento de la Modernidad , pudiendo sacar provecho de las nuevas herramientas y
apropiándose de ellas para su utilización en diversas áreas y con diferentes objetivos.
El matemático Pitágoras no quedó ajeno a este tema, ya que analizó lo musical para llegar a
un equilibrio universal, analizando el alma como la armonía para el cuerpo, por eso, debía
estar “purificada” a través de la música.
Es en esta época donde la música va a terminar por convertirse en un medio de expresión
de los sentimientos humanos, como así también en una verdadera medicina para el cuerpo y
el alma.