La armonía del universo
Para empezar, conocemos que la música es un conjunto de sonidos y armonías que podemos encontrar en todo lo que nos rodea, desde la naturaleza hasta el mundo y lo creado por el hombre. En todo cuanto nos rodea hay música: en el viento, la lluvia, el llanto de un niño o en su risa. La música nos acompaña y la necesitamos como una manifestación y medio de expresión de nuestro propio ser interior.
Grandes filósofos, poetas, compositores e incluso científicos han llegado a la conclusión de que la música proviene de nuestro interior, mucho más allá de nuestra alma, que procede del espíritu del hombre.
Desde que el hombre existe ha habido música. También los animales hacen música, y los átomos, y las estrellas, todo cuanto vibra hace música. La música que perciben los hombres es una música humana, la música de los átomos, de las estrellas, de los animales, para que el hombre pueda percibir, debe ser transformada. Lo esencial, es que la música es un médium del espíritu, el médium más sutil, ya que penetra hasta los átomos del hombre, a través de toda la piel, a través del cuerpo entero, no sólo a través de los oídos, y puede hacerlo vibrar. Es el medio más importante para poner al hombre en contacto con su procreador, su creador. (K. Stockhausen 1928-2007, compositor alemán).Podemos notar como este músico además de creer que la música se halla en nuestro espíritu, el espíritu mismo del hombre es quien la recibe, para lograr así esa conexión armónica entre el universo, la naturaleza y el ser humano.
A todo esto creemos que la música es un fenómeno invisible difundido por objetos visibles.
El filósofo y matemático Pitágoras nos da a conocer el mundo como armonía. Él entendía al universo como un cosmos, es decir, un conjunto ordenado en el que los cuerpos celestes están dispuestos de igual forma que la octava musical, armónicamente de acuerdo a los intervalos que la comprenden. Apoyando su teoría también encontramos el maravilloso descubrimiento de la música de las esferas (1), siendo un acontecimiento científico que está al alcance de todos, existen grabaciones logradas por los satélites en las que se puede escuchar muy claramente la música proveniente de las esferas y su armonía entre sí. Un satélite enviado por la NASA en 1998 captó los primeros sonidos, confirmando así que el Universo es como un gran instrumento musical. El sonido es emitido por el electromagnetismo del planeta, cuando forma su escudo toroidal, certificando la teoría de Pitágoras en la que él explica que todo vibra, y la música es transmitida por vibraciones, así que todo cuanto vibra puede ser un transmisor de sonidos.
Por cierto, el compositor Gustav Holst creó una obra llamada “Los planetas” (2), una suite de siete movimientos, y a cada uno le coloco el nombre de cada planeta. La suite comenzó a escribirse en 1914 y no fue acabada hasta bien entrada la I guerra mundial, evento que según Holst no influyó para nada en el carácter de la primera parte de la suite, titulada "Marte, portador de la guerra". Este compositor era un gran interesado en los temas místicos, interés que reflejó en la obra. Cada planeta lleva en el título de la parte que le corresponde, junto a su nombre el carácter místico que le han dado algunas mitologías y por consiguiente la astrología.
Los números de la música
Desde otra óptica el Pastor cristiano y músico estadounidense Mike Herron, nos muestra en su libro “creados para adorar”, una revelación divina con respecto a este tema de la música y su misterio. Herron hace una comparación entre los intervalos musicales, el acorde y la trinidad de Dios. Nos enseña la correlación entre los números musicales y los números bíblicos.
El siguiente texto es tomado del libro escrito por Herron, en el capítulo 3, página 27:
La triada, o acorde trino, está en el mismo corazón de la armonía en música. Está hecho de tres notas separadas y distintas, aun así estas tres se convierten en un solo sonido. Lo que Dios crea es una expresión de Su ser. El misterio de Dios es expresado en el misterio de la música, tres siendo uno y uno compuesto por tres.
Cada nota es única
Los musicólogos han analizado las características de cada nota del acorde. El carácter particular de las notas individuales son representaciones perfectas de las características del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
La primera nota (tónica o fundamental) representa al Padre. Su carácter se resume en estas cuatro palabras: fuerza, fundamento, solidez y reposo. El acorde es la representación musical de su posición en la eternidad.
La segunda nota del acorde (tercera) se caracteriza como callada, amable y hermosa. Esta nota representa a Jesús, el hijo de Dios. Esta nota le añade dimensión a la música y sin ella la música seria plana, aburrida y monótona.
El Hijo sigue al Padre, así como estas tres notas se siguen la una a la otra en `perfecta armonía a través de los acentos de la música.
Los musicólogos describen a la tercera nota de un acorde con estas palabras: brillante, gozosa y clara. Esta es una definición apropiada para la obra del Espíritu Santo en la iglesia y en la vida del creyente.
El acorde menor
El acorde menor se forma al bajar la nota central (la nota del Hijo) un semitono de la escala. Esto produce un sonido que representa la crucifixión y muerte de Jesús.
En este fragmento un poco resumido del libro, podemos observar la relación entre Dios y su esencia, con la música. Quien quiera negar que la música sea obra divina, realmente está ignorando que este misterio está ligado a algo mucho más allá de nuestra dimensión natural.
Conexión con lo espiritual y lo extraordinario
Asimismo el poder de la música es también una evidencia muy clara con respecto a este tema. Incluso filósofos que se hacían llamar ateos, así como Nietzsche, quien decía que sentía que la música lo conectaba con algo absoluto y divino. Y toda persona que haya experimentado y sentido la música de verdad, puede estar de acuerdo en que la música nos transporta a otro mundo.
Y especialmente la música creada para adorar a Dios nos hace sentir tan cerca de Èl, que muchos aseguran sentir su abrazo y sentir su amor cuando le cantan y le adoran a Èl desde su corazón.
En mi opinión personal, creo firmemente que la música fue creada con el único propósito de adorar a Dios. ¿Y, que es la adoración? Describiéndolo de la manera más sencilla, adorar no es más que rendir pleitesía a alguien o a algo, reconocer su grandeza y exaltarla. Y cuando adoramos a Dios sin duda podemos acercarnos a Él, y con este propósito fue que la creó.
La música aplicada a todo y a todos
La música aplicada a todo y a todos
Además de esto, la música era usada como un instrumento para la curación de enfermedades, lo que conocemos hoy como musicoterapia, y era utilizada también en el exorcismo de demonios. La biblia nos narra en 1 de Samuel la historia de el rey David, quien antes de ser nombrado rey, fue servidor de su antecesor, llamado Saúl. Este era atormentado por malos espíritus que lo hacían perder el control, y actuar de manera agresiva. Al ver esto los consejeros se preocuparon en gran manera, y uno de ellos que había escuchado antes a David tocar el arpa le sugirió al rey que lo trajese delante de él para que tocara cada vez que viniesen a atormentarlo dichos espíritus. Y al David tocar el arpa, inmediatamente el tormento se iba y venía la paz a él.
De igual manera, la musicoterapia aunque su fundamento no es espiritual sino científico es otra muestra del poder que tiene la música. Esta consiste en el manejo de la música y sus elementos (ritmo, armonía, sonido y melodía) aplicado a los pacientes con enfermedades o traumas causados luego de un accidente
Para terminar entendemos que la música es un fenómeno que nos deja muchas preguntas, algunas aún sin responder. Ya que es un misterio tan profundo, que requiere mucha más investigación de la que se ha hecho hasta ahora.
Escribir sobre este misterio realmente es un reto, pero es emocionante descubrir lo extenso que es, lo profundo, y sobre todo al experimentarlo como músico lo sobrenatural que puede llegar a ser. Creo que quien niegue la existencia de ese Dios que nos creó a nosotros y a la música, nunca ha sentido la música vibrar dentro de sí, nunca ha experimentado esa conexión divina y espiritual que la música nos permite tener al tocarla o escucharla.
Pero aquel que sí haya sentido esto, aunque sea una vez, puede afirmar conmigo que la música está por encima de nosotros, más allá de lo que podemos percibir naturalmente. Y que es un regalo de Dios dado al hombre, para ser usado como un lenguaje, un medio de expresión y comunicación entre la creación con su creador.
“La música es la armonía del cielo y de la tierra.” (Yuel-Ji siglo II a. de C)
Notas:
(2) Suite Los planetas de Gustav Holst, interpretada por la Filarmónica de Berlín y dirigida por H. von Karajan: https://www.youtube.com/watch?v=83J68Y7Z1nk
Referencias:
Calderón Noelia. (2008) Música: Conexión con el interior. Trabajo realizado en el contexto de la materia Principales corrientes del pensamiento contemporáneo de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA. Buenos Aires, Argentina.
Herron Mike. (2003) Creados para adorar: El propósito espiritual para la música. Casa Creacion. Lake Mary: Florida, Estados Unidos.
Torres Jorge A. (2009) La música como ciencia. Mérida, Venezuela.
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